Seguro que muchos de vosotros os hacéis esta pregunta: ¿Cuáles son las ventajas de contratar un arquitecto para reformar la cocina si puedo hacerlo yo sólo? Es cierto que para una reforma, administrativamente no necesitas un arquitecto. Al solicitar la licencia de obra en el ayuntamiento, probablemente sea suficiente una «actuación comunicada» en la que no necesitas ningún informe técnico ni dirección facultativa. Sin embargo, aunque la ley no te obligue a contar con un profesional, son muchos los beneficios de contar con un arquitecto para reformar tu cocina.
Las razones para que un arquitecto lleve a cabo la reforma de tu cocina son:
1. Ideas. Un arquitecto puede darte muy buenas ideas de cómo redistribuir tu espacio para sacarle el máximo partido. A veces no se trata sólo de tirar un tabique, hay muchas otras opciones que un profesional maneja habitualmente y que pueden servirte para ganar espacio útil, de almacenamiento, mejorar la luminosidad de las estancias, etc.
2. Amplia gama de materiales. Un arquitecto maneja una enorme base de datos de materiales. Normalmente, el constructor tratará de que instales marcas con las que él trabaja y limitará su oferta a tres o cuatro productos. Sin embargo, en función de tu presupuesto, un arquitecto puede ofrecerte muchas más alternativas.
3. Diseño. Es posible que para optimizar el espacio del que dispones, sea necesario diseñar el proceso de alguna pieza de mobiliario. Un arquitecto puede diseñar para ti elementos específicos (muebles, puertas, encimeras, etc.) ajustados a tu presupuesto y a la imagen global que deseas conseguir.
4. Ahorro en las facturas de energía. Si te decides a mejorar la eficiencia de las instalaciones y ahorrar en las facturas, contar con un arquitecto te permitirá lograrlo. Pueden calcular cómo mejorar los aislamientos en las ventanas, e incluso redistribuir los espacios para aumentar la captación solar en invierno y reducir sensiblemente el consumo energético.
5. Ahorro en las obras. En un proyecto de reforma, además de los planos, se incluye un documento denominado «mediciones y presupuesto». En este documento se detallan exhaustivamente todos los trabajos a realizar, el material necesario y la mano de obra, así como su precio en el mercado. La gran ventaja de este anexo es que podrás pedir presupuestos cerrados a las constructoras. Con estos presupuestos las constructoras se comprometen por contrato a ejecutar los trabajos detallados en proyecto, con las calidades reflejadas en el mismo y sin variar el precio que te dan de partida. Esto te permite conocer cuánto te vas a gastar antes de empezar y sobre todo, evitar gastos inesperados.
7. Tranquilidad mientras duren las obras. Es una de las grandes ventajas de contratar a un arquitecto. Su función puede limitarse a diseñar unos planos de distribución y acabados, pero su tarea puede llegar más allá si cuentas con él para la dirección de obra. Si lo haces, ellos se encargan de controlar a la constructora y se aseguran que los trabajos se realizan tal cual se han proyectado. Incluso si surge cualquier imprevisto, están al quite para plantear soluciones.
8. Ayuda y asesoramiento. Puedes contar con su experiencia a lo largo de todo el proceso. Te pueden echar una mano no sólo con temas de proyecto o técnicos, también te asesoran ante cualquier duda administrativa o formal que pueda surgirte a lo largo del proceso. Te ayudan a contactar con constructoras, te echan una mano para repasar todos los presupuestos que recibas, etc.
Vía fopestudio.blogspot.com.es
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